lunes, 26 de agosto de 2013

las ruffles bravas.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 8-10-2008

-do you remember:
seguro, es un trauma que las quitaran.















 -deberíamos recoger firmas y enviarlas a ruffles:

y que internet sirviera para algo. no me creería ni por todo el oro del mundo que algunos ''alimentos'' fueran retitrados por escasas ventas. no en el caso de las ruffles bravas, porque lo ví con mis propios ojos la gente las compraba. ni siquiera con su sustituto que intentaron colarnos, las ruffles barbacoa que tampoco estaban mal. también las quitaron y nos quedamos sin nada, peor, con mezclas extrañas que sí eliminaron nada más salir y con toda justicia. siempre nos quedarán las ruffles jamón, pensarían los jefes de matutano. pero ¿por qué dejaron de fabricar las bravas?. una pregunta que recurre a mi mente de vez en cuando y, aparte de abrir una vieja herida y añadir limón en ella me deja varios días pensando, triste, traumatizado incluso diría.

antes de seguir hay que pararse en un concepto en cuanto a comida basura. uno se hace mayor y la mayoría de productos que nos acompañaban en la infancia simplemente dejan de interesar, algo que unido al progresivo bajón de horas de práctica deportiva y entrada a la vida adulta nos moldea como lo que debemos ser: personas humanas maduras. hay quien se resiste, hasta los 30 o más pero todos caeremos más pronto o más tarde y nos veremos ahí, tomando café con los amigos y comiendo cosas como comida china o peor aún, lasaña.

estoy seguro que en estos años mi paladar ha cambiado y ya no me saben igual algunos productos que de peque me traían loco, y por eso no los compro pero igualmente estoy seguro de que muchos han cambiado tanto en su composición que ahora dan un asco tremendo y encima son más tóxicos que entonces, porque los han alterado para mal. hablo de los bollicaos, por supuesto, del arroz inflado de marcas cutres, algunos helados, la crema de los bollos tipo triángulo... una galleta príncipe de ahora es una bomba más peligrosa que las de bush, y eso que éste se atraganta con las normales. solo puedo comerme una galleta príncipe de ahora si le quito antes la mitad del chocolate, como mínimo porque claro ahí está el problema. admiro y temo por quien se coma más de cinco enteras.

pero volviendo a las patatas, es un aperitivo que no da reparo poner en la mesa sea cual sea nuestra edad. recuerdo que las normales, las bravas, las de jamón, que eran las tres que yo gastaba eran para empezar patatas. el corte ideal, ni nuy gorda ni muy fina, y en el caso de las bravas el punto justo de picante para no resultar muy fuertes. por eso se las añora. luego vino la polémica del almidón, que es lo que las pone turgentes y como un estudio dijo que producía cáncer abusar de él las patatas pasaron a ser tan enclenques que echarse una a la boca era como masticar aceite directamente. no sé que pasó al final con todo ese rollo del almidón, si quedó desmentido tras muchos estudios de las marcas patateras o se encontró una medida porcentual que no fuera perjudicial, lo que sé es que hoy día cuando abres una bolsa te encuentras de todo: robustas, una cosa mediana y flacas de las que hasta se puede ver a través. se me ocurren muchos motivos para viajar en el tiempo, uno de ellos serían las ruffles bravas aunque solo fuera para, tras volver a disfrutar de ese sabor y ese olor al abrirlas, echarle una foto a la bolsa para ponerla en este artículo, que no encontré por la red. pero no hace falta porque el aspecto de la bolsa, el sabor y el olor de estas patatas no se borran en la mente de aquellos que las disfrutaron hace ya más de diez años.

2 comentarios:

  1. Catorce años después de tu publicación, aquí hay otro fan de las desaparecidas Ruffles Bravas...

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  2. Vivan las patatas bravas de matutano

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