viernes, 25 de abril de 2014

Peter Molyneux.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 26-3-2009













-Ocupación:
Programador de videojuegos. Inglaterra, 1959.

-Motivos para traerle aquí:
Fable, Dungeon Keeper y otros clásicos modernos.

-Un tío listo, raro y negociante:
The entrepreneur (1984). No comenzó muy bien el que hoy día es el máximo exponente de éste minigénero, simuladores de negocios. El emprendedor va de como llevar una oficina, que es a lo que se dedicaba en la vida real. Y si lo que quería era salir de la monotonía de la oficina con una idea millonaria tendría que esperar, ya que según vidaextra solo se vendieron dos copias.

Druid 2 (1987). Esto ya tiene mejor pinta. Hechizos a mansalva en unos gráficos de colores muy intensos. Hasrinax se encuentra a los habitantes de su aldea convertidos en zombies. El culpable es el mago oscuro, Acamantor, antiguo mentor de la secta de la que Hasrinax fue expulsado. Para su venganza dispondrá de muchos recursos, eso es lo mejor del juego (puedes guardar hasta ocho hechizos, hacer uso de los cuatro elementos como si de pokemons se tratasen, desde luego como armas son originales). La rapidez de movimientos y manejabilidad son también datos a tener en cuenta, el tío va a toda prisa en todas direcciones, lanzando rayos cual Potipoti a zombies y esqueletos que se mueren con gestos muy cómicos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fusion (1987). Shoot 'em up con naves voladoras en el que hay que encontrar nueve piezas de una bomba a lo largo de 13 niveles. Y habrá obstáculos de todo tipo, y es que Peter es así no puede hacer algo de tiros y ya está. Le salga como le salga quiere introducir elementos que siempre son pruebas a superar.
 
Populous (1989). Estrategia pura y dura, es el germen de lo que vendría después y considerado en su momento un gran juego del género que inventó: juegos de poblados. Si anteriormente se hacía uso de los elementos, en ésta ocasión se manipula todo el entorno e incluso civilizaciones de todas las eras. Tanto gustó que hubo secuela en 1991 metiendo a los dioses del olimpo, y el programador vio que al fin sus ideas eran tenidas en cuenta.

Powermonger (1990). Como por ejemplo el 3-d. Otra innovación para esos años. Tienes en tu poder el control de un ejército para ir conquistando ciudades, decidiendo todo: trabajos, alimentación... y cada decisión tendrá sus consecuencias sobre los elementos naturales. También hubo versión mejorada en el 91.

Theme Park (1994). Ahora vamos a dirigir un parque de atracciones, en el que la peña se mueve también muy rápido. La simulación es total todo lo que se puede hacer en la realidad se puede hacer en el juego. ¿Que donde está lo especial?. Que compites con otros parques temáticos por los clientes, según molen tus propuestas los tendrás o no. Hasta puedes estructurar las colas de espera, los comercios de comida y bebida, todo todo y todo.

A continuación vienen algunos títulos en los que Molyneux solo produce pero son dignos de nombrar. Magic carpet (1994). Este sí que fue una revolución, el mago y su alfombra mágica voladora. Hi-octane (1995) juego de carreras futuristas, seis coches y varias opciones de competición. Genewars (1996) volvemos a la estrategia en el que antes de atacar hay que construir nuestras pequeñas bases. Plantas y animales ayudan si se utilizan bien. 
 
 
 


















Dungeon keeper (1997). Se trata de construir una mazmorra, con su foso, sus trampas, su calabozo... disponiendo de un equipo de duendes como mano de obra. Una vez construída hacen falta monstruos, y no creas, que son exigentes no les vale cualquier cosa. Para conseguir los mejores monstruos (Avatar y Horned Reaper) debes poseer una mazmorra cinco estrellas. Como siempre está presente un humor muy bizarro.

Black and white (2001). Eres un dios, que gobierna una isla habitada por diferentes tribus. Y nada, a jugar a las casitas y con la vida de los demás, como Bender cuando se perdió en el espacio. Tienes un templo de culto y todo. Y también consejeros, cuidado a cual hacer caso. Cada decisión sobre el tiempo (cuando y donde llover) la naturaleza y los animales, en fin todo va a tener sus consecuencias y como lo hagas mal los aldeanos pueden dejar de creer en tí.

Fable (2004). La historia no es nueva, un niño que jura venganza sobre los que arrasaron su pueblo y cuando crece es un guerrero dispuesto a la lucha. Pero ésta vez la prueba moral es no alejarse de su objetivo con cosas tan tentadoras como la fama o el oro. Por ello no hay que distraerse mucho con los minijuegos adyacentes, solo para conseguir las herramientas necesarias. Música de Danny Elfman, más lucha y menos controlar los elementos, por estas cosas seguramente es el gran éxito de Peter, por encontrar la dosis justa entre dar leña y su obsesión por la simulación de dirigir el entorno.

















Desde entonces hasta ahora ha estado otra tanda con secuelas y produciendo, Black and white 2, la 3 y hace poco presentó Fable 2. Mientras da vida a uno de los títulos que más está dando que hablar: Project x. Molineux promete una nueva revolución. Lo nunca visto.

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