miércoles, 12 de noviembre de 2014

Suburbia.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 26-9-2009

Amor loco, Empire Records, Foxfire, Reality Bites, A quien ama Gilbert Grape, la de Uma Thurman con enormes pulgares, la del tren de Ethan Hawke y Julie Delpy, las primeras de Kevin Smith, Kids... cómo son de firmes los defensores de Kids, cuando surge la pregunta de marras. Igual de sabidillo voy yo con Suburbia. Puede que haya alguna más fiel siempre que sea europea, y a los teens europeos refleje como fueron sin ninguna duda, fidedigna total. Pero no me viene ahora a la mente, y quiero hablar de Linklater.













No es disparatado decir que éste señor director retrata a las generaciones de jóvenes yankis como nadie, mostrando el día a día (y la noche) tal cual, de sus especímenes. Lo hizo con la generación ochentera en Dazed and Confused y lo logró con más acierto aun en Suburbia, mejor en cuanto a centrarse en aspectos concretos ya que hay menos escenarios, menos secundarios y por ello hay tiempo para compactar el análisis. Decir que Linklater dirigió esa del tren de Hawke y Delpy, pero era sobre veinteañeros. No vale, ha de ser adolescentes, de 13 a 20. Igual que decíamos el otro día que Es mi vida la que mejor retrata bla bla bla en serie y no valdría decir Relativity. En cine, norteamericanos y en ciudad pequeña-mediana, Suburbia. Que tuvimos debate si va sobre la X o la Y, pero siendo de 1996 y estando basada en una obra de teatro datada un par de años antes, va a ser más bien perteneciente a la generación de gamberrillos grunge. Vista en autonómicas de madrugada, la repitieron un par de veces por eso pude grabarla. Y analizar los puntos en común con mi experiencia y la de mi entorno que en esencia era muy parecida. La peña: un tío deprimido, realista y desencantado que vaticina un futuro sin gloria (Giovanni Ribisi). Amigo graciosillo que habla como si siempre estuviera colocado, que va a ser que sí (Steve Zahn). Novia del Ribisi más alegre, artista o en proyecto de (Amie Carey). La tipa que tiene un trabajo molón (Parker Posey). La rubia guapísima pero con trauma (Dina Spybey). El chulillo que iba para estrella del deporte y se le truncó (Nicky Katt) y el rock-pop que sí triunfó y vuelve al barrio de visita (Jayce Bartok). Todos tienen mucho que contar y una filosofía más allá de los aparentes tópicos. Por ejemplo, duele ver a la morenita artista desplegar su montaje tan amateur, porque lleva razón su novio Ribisi que tan cruel se lo dice. Duele la historia de Bee-Bee, la rubia que por alguna razón le cuenta al payasete. Por cierto, de lo mejor de ambos, de Dina y de Zahn. Duele ver que el único que progresó es un músico de género comercial que les visita en plan estrella y encima buscando justificaciones. Impacta el final, eso sobre todo.















Yendo al meollo, básicamente la peli sigue a un grupo de chicos casi veinteañeros una noche cualquiera que se reúnen para dar una vuelta por las calles de su deprimente ciudad yanki, tomar pizza y cerveza y conversar sobre sus sueños de ir a otro sitio y triunfar de alguna manera. El punto de encuentro y refugio es el rincón sito en el lateral de un Badulaque, éste chiste no es porque sí. Porque ese sitio que era especial hace años ya se les queda pequeño, que ya no mola tanto, lo regenta un inmigrante tipo Apu que les quiere echar de allí. Lo que da lugar a otra escena muy chunga. Todos y cada uno de los diálogos son dignos de prestar atención, con hincapié a las eternas quejas del prota a la sociedad, que sin embargo cuando le preguntan sobre sus planes él contesta me da igual, por qué tengo que decidirlo ahora, y cosas así. Es teoría-man, y no se creerá lo que pasa con su amigo el colgao y la Parker Posey, pa que luego digan que no hay que ser soñador. Todas las historias de éstos personajes son mostradas sin prisas, como si en vez de una pantalla los tuviéramos a unos metros en tiempo real, hasta la música no está tan en primer plano como en Dazed... que nada moleste las muchas cosas con las que identificarse. ¿Quién no tenía un rincón que sirviera de base para reunirse con los amigos?. Y luego dar una vuelta, cualquier noche de miércoles de verano a tomar algo, hablar del futuro inmediato, acordarse de tiempos mejores, no lejanos, porque aún no se venían las responsabilidades... todo eso de la forma más realista y cercana oferce ésta peli, y lo hace con una generación difícil por lo poco optimistas que éramos. Si alguien conoce otra película que lo haga igual o mejor, por favor avise. Quien la haya visto, recordará los momentos clave, sobre todo algunas escenas. Tim el duro comprando alcohol, y lo que conversa con el dependiente. Descorazonador aunque sea el chulito de la historia. Otra, lo que les dice el pakistaní émulo de Apu cuando Manjula saca el arma. Más chungo todavía. Pero lo más recordado acontece a Bee-Bee en las dos ya mencionadas, confesión a Zahn y el final abierto muy preocupante.
















Yo quiero ser optimista después de tanto mal rollo y en mi mente todo se arregla para bien si siguiera la peli, pero el cabrón del director lo dejó así de abierto que es la mejor forma. Y es inevitable pensar si Linklater, ocupado últimamente en documentales y sacarle partido al paint se atreverá con la generación siglo XXI, o cree que no hace falta que ya con Bratz y Alpha Dog están todos retratados.

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