PUESTO ORIGINALMENTE EL 26-9-2009
Amor loco, Empire Records, Foxfire, Reality Bites, A quien ama Gilbert
Grape, la de Uma Thurman con enormes pulgares, la del tren de Ethan
Hawke y Julie Delpy, las primeras de Kevin Smith, Kids... cómo son de
firmes los defensores de Kids, cuando surge la pregunta de marras. Igual
de sabidillo voy yo con Suburbia. Puede que haya alguna más fiel
siempre que sea europea, y a los teens europeos refleje como fueron sin
ninguna duda, fidedigna total. Pero no me viene ahora a la mente, y
quiero hablar de Linklater.
No es disparatado decir que éste señor director retrata a las
generaciones de jóvenes yankis como nadie, mostrando el día a día (y la
noche) tal cual, de sus especímenes. Lo hizo con la generación ochentera
en Dazed and Confused y lo logró con más acierto aun en Suburbia, mejor
en cuanto a centrarse en aspectos concretos ya que hay menos
escenarios, menos secundarios y por ello hay tiempo para compactar el
análisis. Decir que Linklater dirigió esa del tren de Hawke y Delpy,
pero era sobre veinteañeros. No vale, ha de ser adolescentes, de 13 a
20. Igual que decíamos el otro día que Es mi vida la que mejor retrata
bla bla bla en serie y no valdría decir Relativity. En cine,
norteamericanos y en ciudad pequeña-mediana, Suburbia. Que tuvimos
debate si va sobre la X o la Y, pero siendo de 1996 y estando basada en
una obra de teatro datada un par de años antes, va a ser más bien
perteneciente a la generación de gamberrillos grunge. Vista en
autonómicas de madrugada, la repitieron un par de veces por eso pude
grabarla. Y analizar los puntos en común con mi experiencia y la de mi
entorno que en esencia era muy parecida. La peña: un tío deprimido,
realista y desencantado que vaticina un futuro sin gloria (Giovanni
Ribisi). Amigo graciosillo que habla como si siempre estuviera colocado,
que va a ser que sí (Steve Zahn). Novia del Ribisi más alegre, artista o
en proyecto de (Amie Carey). La tipa que tiene un trabajo molón (Parker
Posey). La rubia guapísima pero con trauma (Dina Spybey). El chulillo
que iba para estrella del deporte y se le truncó (Nicky Katt) y el
rock-pop que sí triunfó y vuelve al barrio de visita (Jayce Bartok).
Todos tienen mucho que contar y una filosofía más allá de los aparentes
tópicos. Por ejemplo, duele ver a la morenita artista desplegar su
montaje tan amateur, porque lleva razón su novio Ribisi que tan cruel se
lo dice. Duele la historia de Bee-Bee, la rubia que por alguna razón le
cuenta al payasete. Por cierto, de lo mejor de ambos, de Dina y de
Zahn. Duele ver que el único que progresó es un músico de género
comercial que les visita en plan estrella y encima buscando
justificaciones. Impacta el final, eso sobre todo.
Yendo al meollo, básicamente la peli sigue a un grupo de chicos casi
veinteañeros una noche cualquiera que se reúnen para dar una vuelta por
las calles de su deprimente ciudad yanki, tomar pizza y cerveza y
conversar sobre sus sueños de ir a otro sitio y triunfar de alguna
manera. El punto de encuentro y refugio es el rincón sito en el lateral
de un Badulaque, éste chiste no es porque sí. Porque ese sitio que era
especial hace años ya se les queda pequeño, que ya no mola tanto, lo
regenta un inmigrante tipo Apu que les quiere echar de allí. Lo que da
lugar a otra escena muy chunga. Todos y cada uno de los diálogos son
dignos de prestar atención, con hincapié a las eternas quejas del prota a
la sociedad, que sin embargo cuando le preguntan sobre sus planes él
contesta me da igual, por qué tengo que decidirlo ahora, y cosas así. Es
teoría-man, y no se creerá lo que pasa con su amigo el colgao y la
Parker Posey, pa que luego digan que no hay que ser soñador. Todas las
historias de éstos personajes son mostradas sin prisas, como si en vez
de una pantalla los tuviéramos a unos metros en tiempo real, hasta la
música no está tan en primer plano como en Dazed... que nada moleste las
muchas cosas con las que identificarse. ¿Quién no tenía un rincón que
sirviera de base para reunirse con los amigos?. Y luego dar una vuelta,
cualquier noche de miércoles de verano a tomar algo, hablar del futuro
inmediato, acordarse de tiempos mejores, no lejanos, porque aún no se
venían las responsabilidades... todo eso de la forma más realista y
cercana oferce ésta peli, y lo hace con una generación difícil por lo
poco optimistas que éramos. Si alguien conoce otra película que lo haga
igual o mejor, por favor avise. Quien la haya visto, recordará los
momentos clave, sobre todo algunas escenas. Tim el duro comprando
alcohol, y lo que conversa con el dependiente. Descorazonador aunque sea
el chulito de la historia. Otra, lo que les dice el pakistaní émulo de
Apu cuando Manjula saca el arma. Más chungo todavía. Pero lo más
recordado acontece a Bee-Bee en las dos ya mencionadas, confesión a Zahn
y el final abierto muy preocupante.
Yo quiero ser optimista después de tanto mal rollo y en mi mente todo se
arregla para bien si siguiera la peli, pero el cabrón del director lo
dejó así de abierto que es la mejor forma. Y es inevitable pensar si
Linklater, ocupado últimamente en documentales y sacarle partido al
paint se atreverá con la generación siglo XXI, o cree que no hace falta
que ya con Bratz y Alpha Dog están todos retratados.
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