lunes, 27 de julio de 2015

De las camisas de Parker Lewis a las camisetas de Sheldon Cooper.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 22-4-2011

 Me parece interesante, analizar la forma de vestir de nuestros ídolos. Unos, como Sheldon Cooper, están atrapados en la imagen que deben dar. Molan sus camisetas, se venden en webs, pero está sujeto al estilo friki. Como Will Smith no podía salirse de lo rapero pues era su identidad. Otros, sin embargo, tuvieron margen para crear tendencias y cosa curiosa, lo original iba acompañado del excentricismo. Porque muchas de las camisas de Parker Lewis son guiri playero total, tal vez buscando dar vistosidad al referente más serio en el lucir que fue Ferris Bueller.





















Lo raro y colorido también era firma de personalidad de Clarissa y Blossom, aunque a medida que se acerca la universidad ésta última se puso más clásica. Es curioso como hace veinte años abundaban las camisas, serias o divertidas (o directamente horteras) y ahora se usan más bien como signo de elegancia en series sibaritas, como Gossip Girl o Glee, más que para ir un poco arreglao de forma habitual.














PETER ENGEL ODIA LAS CAMISETAS.

Y es que hemos evolucionado en teoría para bien, no se puede decir nada en contra de las combinaciones de los chicos de Skins, del frikismo igualmente de los de The It Crowd, o la mrp (most recognizable phrase) 'ponte traje' de Barney Stinson. Todo vale si se hace bien, pero una cosa, sólo uno, el más grande, se permitió ejercer con polos y chandals: Chris Peterson. Eso sí era libertad. O uno que yo me sé que quería ir de terciopelo.















Lo que está claro es que antaño las camisas se veían más en las series de instituto, como prenda para ir a clase o a poco que hubiera que acicalarse: no era raro que fuera percha habitual de Salvados por la campana a Sensación de vivir, Dawson Crece, mi estimada Zoe, Duncan, Jack and Jane y que me aspen que no recuerdo una sola camiseta en La pandilla plumilla o Los primeros de la clase.















Pero los nuevos tiempos claman frikismo, y se conoce que una imagen plasmada en una camiseta define, en un solo golpe visual, la personalidad y gustos del individuo que la porta. Por mí bien, oiga, pero donde esté una camisa rozando el borde de lo hortera... y luego está Degrassi. Eso sí era poner a cada uno una identidad por como vista. Es que eran muchos.

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