jueves, 10 de marzo de 2016

Fantaghiró.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 3-1-2012
 
Era una fría y desolada Nochebuena... no, eso es de otra peli.
 
En realidad era Nochevieja, ésta en concreto, la del otro día. ¿Os acordáis? dijo un twitero a las pocas horas. Mientras tanto humor fino se paseaba por las redes sociales, yo luchaba contra el sueño que no respeta fiestas pues tenía un objetivo, gilipollesco pero objetivo: ver esa tv-movie tan bonica como segunda parte del programa doble a modo de experiencia audiovisual online, que allá por las casi dos de la madrugá se inició con los amigos Viru, Montse, Randy, Hardita y cientos de habituales contertulios de visionados de culto.
 
Dicho así queda guay, pero en verdad ¡fue mejor! Como el año pasado, hacer comentarios chorras de lo que ponían en las teles cual podcast 'Una noche con Wally Week' fue un buen plan para el asunto nocheviejil que dista del resto de los mortales (y sus juergas en peligrosos antros discotequeros) que se está más calentito y no hay colas para ir al baño, y dista de que sea básicamente lo mismo que están haciendo nuestros parientes mayores (''mira, el Bisbal qué majo'' ''coño, los restos de Mocedades'') por un pequeño detalle:
 
Se aprende un montón.
 
Tanto Viru como algunos de los youtube-chatines nos dan datos de tal o cual famoso, de los 80 y 90 sobre todo, que no sabía y bien rabia me da. Nunca se es lo bastante mayor ni listillo para enterarse de quien es Pappalardo y Richard Benson y sus peleas, recordar programas extraños pero entrañables como PINNIC (y su elaborada letra de la canción) O descubrir temazos como el Llámanos por favor:
 
 
 
Es la diferencia entre cotillear y culturizarse. Es por lo que me apunto a éstos saraos. Pero como la avidez de marcha me mantenía despierto, bueno eso y la CBS (comida basura selecta) me fuí con Lamberto Bava a:
 
''una guerra, pero que no era la guerra de siempre sino una que duraba desde la noche de los tiempos, y ya nadie recordaba cuándo había empezado ni tampoco su causa''
 
Así comienza La gruta de la rosa de oro. Acojona, tronco. Tenemos dos reinos ¿vale? En uno de ellos un rey pelín machista ¿vale? el típico que quiere un heredero niño, ya tiene dos hijas para casamientos políticos y tal. El tercero le sale chica también, y en medio del enfado le pone un nombre raro, Fantaghiró, y la lleva a sacrificar a ya sabéis que gruta. Pero nuestra Angela Molina usa sus poderes de bruja buena -¿no lo sabéis? tiene podres, como todos los Molina- y la salva con el primero de los muchos trucos que veremos. Un par de saltos en el tiempo y ya son todas guapas jovenzuelas aunque Fanta, para consuelo menor del monarca, es bastante marimacho y se ha pasado la infancia castigada en el pozo del palacio. Versión medieval del cuarto de los ratones. Las otras son unas princesitas barbie chonis total. Bava copión, has plagiado La Cenicienta y Gidget
 
El caso es que harta de tanto mamoneo se pone tan faminazi que es repudiada, y se larga en busca de aventuras. Por un mundo en el que todo está vivo, hasta las piedras, y la bruja/hada blanca se le aparecerá de mil formas para aconsejarle, en plan Chocky. En esas se topa con Romualdo (qué haría éste para que le llamaran así) reciente heredero del trono rival. Añadimos Romeo y Julieta a las referencias. El tipo es tan chulo que pelea sin armadura, me recuerda a Tirante el blanco, ese flipao. No se preocupen, por mucho que suelte hay tantos detalles y molones que no espoileo mucho.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El pobre Ruma va a ser puteado por las dos tías lo que no está en los escritos. Una serie de malentendidos para marearle como todo tonto enamoradizo, que se da cuenta de que ese muchacho del que extrañamente se siente atraído es una chica. ¡Es que canta un montón! nivel Jane March en esa con Bruce Willis loquero. Sin embargo no se lo dice, se lo va insinuando para torturarla. Están hechos el uno para el otro. La historia va pasando entre la disputa personal entre los dos tortolitos y las intrigas de palacio para dar fin a la guerra. Vemos a Fanta y Ruma poniéndose pruebas para picarse, como robarle a la Sagrada Bestia la rosa de oro que tiene en, sí, ya sabéis que gruta. O una carrera de natación (quiere verle las tetas y descubrir el pastel) unas risas con las excusas... y por fin se dan de hostias en un duelo. Quien no ha tenido una primera cita así.
 
A éstas alturas ella sabe que él sabe... bueno, todos sabemos que es una tía pero seguimos el juego que es la tele y al dire le han dado las horas que quiera. Da tiempo hasta a resolver el asunto de la guerra casando a las princesas tontacas con los dos amigos de Romualdo, más guapines que los otros pretendientes. En verdad luchas así épicas con ejércitos poco hay, lo que nos hemos tragado es un entrelazado de La fierecilla domada y El rey Lear con una graciosa comedia romántica, y eso ya es mucho. A todos se les baja un poco los humos y se desfacen los entuertos también para Fantaghiró y Romualdo (El sueño de una noche de verano. Shakespeare en su tumba, bien, gracias) y felicidad entre los dos países. Recomiendo vivísimamente que la vean, es una producción de altura para el medio que es, con efectos resultones incluso hoy día, llena de puntos de humor y diálogos simpáticos (sobre todo en la trama dentro del castillo) y amenas andanzas por los frondosos bosques mágicos. No es La princesa prometida pero cumple su función de entretener.

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